Reflexiones para la comunidad médica especialmente para ASOCIMED

COMPARTIR

En las postrimerías de más de cinco años a la cabeza de esta importante y prestigiosa institución y décadas de participación como director en varios periodos y tesorero en sus años iniciales con una buena estrella que nos brindó óptimos resultados.

Debo decir que ha sido motivo de alegría y honor el poder representarlos todos estos años, he vivido momentos emocionantes, seminarios exitosos y valiosos, participación en eventos únicos como la IMELF, el Congreso mundial de colegios médicos, en APEC como uno de los 300 delegados chilenos, ir al senado y al congreso nacional para dar nuestra opinión casi profética en relación a la ley Ricarte Soto con su agregado del anexo al reglamentos de los ensayos clínicos, que trajo las dificultades para poder realizar los protocolos que hoy permiten una vacunación exitosa, fue necesario una ley corta que corrigiera este error. Exponer nuestros puntos de vista en relación a la ley de fármacos dos que aún no es despachada por el congreso para asegurar una adecuada atención de la salud de nuestra población.

Somos parte de la comunidad médica y responsables especialmente de la educación continua y el desarrollo profesional de los especialistas, velamos por los adecuados controles de calidad, esto significa los estándares mínimos necesario que un especialista debe tener para una adecuada atención sanitaria. A pesar de nuestros puntos de vistas, consideramos que no era indispensable dictar una ley para postergar EUNACOM y CONACEM, ya que el gobierno tenia todas las herramientas para enfrentar la pandemia hasta su fin, incluso con nuestra venia, no fuimos escuchados.

Hoy tenemos una ley, se dice “transitoria”, que permite que médicos extranjeros puedan ejercer sin ningún control de calidad, no sabemos si en el futuro un decretó del ejecutivo puede postergar estos plazos, ya perdimos la única institución acreditadora de centros y programas universitarios autónoma e independiente (APICE) que sin conflictos de intereses y financiada por los propios médicos a través de las instituciones que la formaron, cuyo objetivo principal no era para penalizar ni castigar, sino para permitirles corregir y elevar sus estándares. En pocas palabras hemos perdido en un corto plazo todos los controles de la educación superior de la medicina.

La nueva Comisión Nacional de Acreditación (CNA) tiene un sesgo político porque varios de sus integrantes son elegidos por el ejecutivo, con nuevos conflictos de intereses, aún los elegidos con alta dirección pública, ya que la decisión al final del día es del presidente de la república. Todos los países desarrollados cuentan con entidades autónomas e independientes de los vaivenes políticos, y estas deben ser políticas de estado sin conflictos de intereses.

Hoy enfrentamos mas detrimentos de la calidad y seguridad sanitaria, el código sanitario es antiguo, necesario actualizarlo, pero para mejor, no es posible que casi todos los profesionales no médicos de la salud puedan prescribir fármacos, esto es ejercicio ilegal de la profesión médica, no tienen las competencias curriculares ni la formación adecuada en fisiología, fisiopatología, bioquímica y farmacología, etc., para hacerlo sin poner en riesgo la salud de la población, no estamos defendiendo interés de una elite, esto es inédito en el mundo. Además, tampoco es posible que existan cinco vías de validación para que los médicos ejerzan en Chile, son bienvenidos todos aquellos que cumplan los estándares mínimos que les exigimos a nuestros propios colegas.

Se agrega ahora la ausencia de financiamiento para muchos médicos que quieren formarse en las especialidades primarias, entendemos que debemos corregir algunas brechas de las especialidades en falencia, pero estás tiene que ser progresivas y compartidas con la comunidad médica hasta hoy inconsulta.

Todo el trabajo que tantos médicos entregaron por décadas hoy la tiramos por la borda, sin duda a equivocarme vivimos los momentos más oscuros de la medicina y para peor de los males en una pandemia, donde hemos perdido vidas valioso y muchos colegas que del más allá nos inspiran con su entrega.

En las últimas dos décadas hemos participado en la reforma del reglamento para la entrega del Premio Nacional de Medicina que aún es perfectible, también compartimos con APICE en su transformación de agencia acreditadora a agencia certificadora de calidad, trabajamos para lograr una propuesta de ley al presidente de la República, una luz en el camino que se apagó.

Tuvimos la oportunidad de trabajar a través de un seminario, las mejoras necesarias y desafíos que debía enfrentar CONACEM para mejorar sus procesos de certificación de especialistas, objetivo logrado.

El trabajo arduo nos ha permitido estrechar lazos con la Academia de Medicina, Instituto Chile, ASOFAMECH, CONACEM, Colegio Médico.

Participamos activamente con el Colegio médico en la mesa técnica para elaborar las minutas más adecuadas para enfrentar la pandemia del corona- virus de la mejor manera posible.

Tenemos una deuda con el país, que conozca más nuestro trabajo y lo valore, el solo hecho de ser médicos nos transforma en una elite, que indiscutiblemente despierta odiosas envidias, no dimensionan el gran sacrificio que conlleva llegar a ser y luego desarrollarse en las distintas especialidades a través de un proceso de educación continua y desarrollo profesional, no exentos de todo tipo de sacrificios. El solo hecho de sanar y prevenir para mejorar calidad de vida, nos llena el corazón y el deseo de estar al día, para ser cada día mejores instrumentos para la salud de la población.

El ser elegido por tus pares para representarlos, es un gran honor y privilegio, pero también una enorme responsabilidad y en la madurez de mi existencia luego de haber ocupados muchos cargos en distintas instituciones médicas, aún tengo sueños no cumplidos que la divina providencia conoce, la satisfacción del deber cumplido, es un caramelo exquisito.

Pido excusas a todos aquellos que haya ofendido por mi pasión y vehemencia, solo se que las vicisitudes te hacen madurar, “lo que no te mata, te fortalece”. Debemos seguir luchando por políticas estables en salud, educación, previsión y seguridad, independiente de los vaivenes de la política contingente, solo así lograremos llegar a ser un país desarrollado.

Es hora que las nuevas generaciones tomen el báculo del poder y les deseo la mejor de las suertes y éxitos.

Dr. Eghon Guzmán Bustamante

Presidente saliente de ASOCIMED.

 

Asociación de Sociedades Científicas-Médicas de Chile